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martes, 8 de octubre de 2013

La sonada de la vergüenza y la sedición


Por Rodrigo Castro Franco – Coordinador Institucional Gobernación de Imbabura

La revuelta tendida el 30 de septiembre de 2011 en contra de la Patria, la Democracia, el Presidente de la Republica y la Institucionalidad, por parte de una pandilla de alevosos, ignorantes y retrógrados, que respondiendo a las directrices y bajas intenciones de una amalgamada oposición descompuesta, fétida y arrastrada, que trato de disfrazar de la manera más vulgar sus siniestras intenciones, detrás de uniformes, cascos, máscaras, chalecos antibalas y más pertrechos financiados con el sudor del pueblo ecuatoriano, me han permitido descubrir varias congojas de la realidad nacional.

Que no solamente el perro, por más fiel que sea, en ocasiones muerde la mano de quien lo alimenta; no también ha existido otro conocido irracional identificado como chapa, tombo, etc., que ha tenido igual actitud, pero con peores intenciones que las del fiel animal; su cuadrúpeda inteligencia hizo que irrespetan la majestad de la investidura que representa el economista Rafael Correa, porque él es, gústeles o no a algunos rupestres, la viva representación de la Presidencia de la Republica y de la dignidad nacional, a la que llego por la voluntad manifiesta del voto de la gran mayoría de su mandante el pueblo ecuatoriano.

Que se destaparon los desventurados autodenominados líderes de la oposición que se aprovecharon de esta ocasión, funesta para la gran mayoría de la gente sensata, para representarse de cuerpo entero, tal y como son: descarados y descarnados ejecutores de la voluntad de sus secuaces pandilleros de la más baja monta, conspiradores de profesión, cobardes de la más infeliz calaña; miserables como ellos solos,  incapaces de salir del estercolero en el que les colocó su apetito voraz, su ambición desmentida, su suprema desmaña, su imagen agusanada, maloliente y mezquina. A estos: como el liposuccionado intelectual del Gutiérrez, el adonis mentís enanis del Vera, la ñusta upa de la Tiban, la nambira de la Zamora, los descompuestos afectados y malolientes asambleístas que hicieron el ridículo con sus amos de la yunai a quienes, en clara demostración de cobardía baladi, entre mocos y gomosas babas quejárosle de lo mal que le trataba la Revolución en el Ecuador, a todos estos, a los que siempre se agregan los mucho, pedos, hediondos” (MPD) y los verdugos de los patacuchis, el heroico pueblo ecuatoriano les tiene perfectamente identificados, no de ahora nomas, desde hace rato.

-Ah…que también han sido rotulados los Pinargote y otros amarillentos periodiqueros que incitan a estas acciones con sus comentarios y torcidas, como el mismo, conclusiones, constan ya para su desgastado perfil en el mismo paquete de perversos, malintencionados y malévolos, enemigos de la democracias. Pero… que más se puede esperar de un excéntrico ex embajador de un gobierno curuchupa.

Que las virtudes del hombre; la franqueza, la transparencia, la honestidad, la vergüenza, el don de gentes; así como los símbolos patrios, la bandera, el himno nacional, el escudo, fueron vapuleados por esta horda de insensatos desagradecidos; alucinados por su propia incertidumbre, desubicados como siempre la realidad que vive el país; estos deshonrosos uniformados, apoyados por quienes han se han sentido afectados en sus bolsillos, pusilánimes sinvergüenzas, representantes de las nuevas oligarquías compuestas por militares y chapas retirados, burócratas petroleros y no petroleros, transportistas representantes fieles de la muerte y la desgracia popular, pedagogos carentes de toda pedagogía ya son fustigados, identificados y señalados por la población, especialmente por los pobres de nuestra Patria que sienten que por fin alguien se acordó de ellos, que experimentan en el día a día un trato equitativo, que pueden aspirar a la educación, a gozar de atención médica y salud, a contar con oportunidades de trabajo; ciudadanos con capacidades especiales incluidos, por fin, en la sociedad nacional.

Es inconcebible e intolerante que el sagaz del coronelillo, trate de encubrir su malévola intervención en esta asonada, con su rancia presencia en el Brasil; seguramente volvió a esas tierras a recordar o a preparar el terreno, por si acaso el mandante vuelva a equivocarse y nuevamente trote cual veloz gamo hacia su auto destierro, lejos de sus equivocados e inocentes seguidores.
Traidores no volverán jamás a intentar una asomada como la fracasada recibieron su merecido del pueblo civil y del uniformado leal. Esta lección se la daremos, con mayor fortaleza, en cada ocasión que osen repetir una estampida similar.

Debemos estar expectantes de las bajezas de Vera, Gutiérrez y compañía.

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