Así quiero entender
y asimilar el profundo cariño del Compañero Presidente Rafael Correa por esta
hermosísima región de nuestro Ecuador; es que su especial forma de expresar
aprecio, respeto, admiración, por algo y por alguien se manifiestan en un solo
andar, en su abrazar a los humildes, en su solidarizarse con los despreciados,
abandonados ignorados de siempre, en su asombro por los paisajes, en su
trabajar permanente y denodadamente buscando las raíces mismas de su Revolución,
de nuestra y vuestra Revolución. Qué fácil es identificarse con un Mandatario
poseedor de tantas cualidades: de humano, de administrador, de padre, de hijo,
de amigo, de compañero, de solidario y de latinoamericano.
Cuan orgullosos
habrían de sentirse Cristo, Bolívar, Alfaro, Martí, El Che, San Martín,
Allende, Leónidas Proaño, Tránsito Amaguaña, de contar con un admirador y
seguidor de tan grandes quilates; quien
en cada gesto, actitud, acción, disposición, pone una cuota de cada uno de ellos.
Y así lo sentimos
los que tuvimos la suerte, una vez más, de admirarlo, saludarlo y sobretodo
escucharlo. Es que cada enlace, sabatina, discurso, alocución es una verdadera
lección con contenido historico, matematico, sociológico, razonado,
encuestador, estadístico, con gran dimensión humanística.
Su facilidad para
sentirse y hacernos sentir dueños y señores de nuestro terruño, de nuestra
llacta, de nuestra Patria, de nuestro presente y de nuestro futuro; de
sentirnos presuntuosos y vanidosos de nuestra nueva Latinoamérica es única.
Como pensar siquiera
en que alguien o alguno de los que hacen la oposición pueda intentar competir
con su imagen, su figura, su capacidad de trabajo, su honestidad; si estos han
tenido que echar mano y desenterrar a verdaderas momias inocuas, personajes
inertes; perfectamente identificados y coautores, inclusive, de la debacle en
que vivimos durante toda una historia, convencidos cuan bebés inermes de que
los ciudadanos ecuatorianos no recordábamos o continuamos padeciendo de la
amnesia en la que por venganza de sus recuerdos tuvimos que sumergirnos.
Y emerge, una vez más,
para alegría y compromiso de los imbabureños, en la tierra de los Mashi, vecina
y compañera de la Sarance, en Peguche
emblemática región de los imbabureños, para con claridad meridiana,
expresión entendible, cual maestro frente a sus pupilos, brindarnos una clase
de realidad local, nacional, latinoamericana y mundial, con temas analíticos
económicos, petroleros, mineros, históricos, para desembocar en los beneficios
que nos brinda y brindara la Revolución Ciudadana, a un auditorio complejo, de
una rica amalgama conformada por indígenas, mestizos, afroecuatorianos, blancos
y en general de todos los tonos, cuya
atención en su alocución los transforma en seres únicos, inagotables, capaces
de soportar estoicos y aprender durante el tiempo que sea necesario, sin dar
muestras de cansancio, incomodidad, mientras la palabra del Rafico Habla,
razona, discurre entre sus espíritus y sus mentes.
Mashi Correa, nos
has comprometido hasta los tuétanos, a continuar por la senda de la Revolución,
entregados al servicio de los demás, a satisfacer las necesidades de los
marginados, a entenderlos, a socorrerlos; como bien lo sostiene, hasta que no
exista un solo pobre en el Ecuador.
Este es el
verdadero mandatario de las esperanzas, ilusiones, deseos, sueños y pasiones de
los humildes, de los arrinconados; y los verdaderos revolucionarios llegaremos
a sus anhelos empujados e inspirados en su pensamiento y su ejemplar acción.
Entonces, adelante,
sin tregua ni descanso avancemos hacia el engrandecimiento de nuestra Patria y
de la Patria Grande.
Gracias por la
visita y los mensajes de esperanza, Mashi Rafael Correa Delgado.